Sueños entenebrecidos
Resplandor del conticinio
sombras umbrías
que en mi subconsciente se alimentan
de pensamientos y descansan
bajo mi almohada hasta hundirse
en el silencio absoluto de la noche,
donde muere el insomnio
y nacen los espíritus calidoscópicos,
enfebrecidos que dilatan
lo poros para que broten los miedos
ocultos y el cuerpo se limpie
de impuros pensamientos.
Al final de los sueños
impetramos el pancalismo.