Una noche profunda y temprana,
que se inunda de calma,
cual si fuese un desvelo,
fragilidad del sueño,
que solo puede causar el anhelo.
Son las mismas calles,
con sus mismos matices,
mismas carencias y cicatrices,
en mi piel trazan avanzan también,
el tiempo después de sí mismo, es dintel.
Podría decir que todo es igual,
pero sería mentirle para mal,
pero en su tibia mutación,
es que súbitamente descubre la traición,
nadie le avisó al óbito que ya estaba muerto, enterrado… y olvidado.