Jose Luis Posa Lozano

DEPRESIVO

Siento como asciende la marea

por el vientre, el pecho y el cerebro,

es una niebla sucia y tenebrosa

que te ciega, te ahoga y te aniquila

un magma que destruye cuanto alcanza

un maremoto para enterrarte en vida,

un veneno letal y ponzoñoso

que te nubla la vista y la esperanza

que emborrona tu ayer y tu presente

que te hunde en el fango y la desidia.

 

He de escapar de este círculo vicioso,

he de cortar esta soga que me asfixia

cantar, bailar y vivir a pecho abierto,

recuperar la esperanza y la alegría,

amar, besar, renacer y refugiarme

entre los labios divinos de mi esposa,

en el nido ancestral de su sagrario

en el Edén primigenio de su boca

y volver a ser yo, a ser yo mismo

sin miedos, sin temores, sin más metas

que ser feliz, confiado y solidario,

escribir y vivir a tumba abierta

y conseguir un futuro en el que el mundo

recupere la paz y la justicia.