🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮

Eterna musa

ETERNA MUSA

Una niña de alma pura con sonrisa de doncella
se ha llevado en el silencio lo sublime y soñador;
hasta el cielo que es inmenso me sonríe y es por ella
cada verso donde plasmo la locura de mi amor.

En un mundo donde vuela la esperanza y la agonía
ella es tierna, muy excelsa, siempre es ella mi pasión.
Es la estrella refulgente, mi razón, mi poesía,
ella es todo lo que anhela mi rebelde corazón.

Si existiera otro concepto, la defino entre las rosas
como un astro inmarcesible, como un río sin confín:
pero, en cambio, es un lucero que contiene muchas cosas
donde fluye sin medida mi sensor de paladín.

 Hace un tiempo que he escuchado su dulzor de terciopelo
mientras vibra en armonía lo inefable de adorar.
Una niña de alma pura, tan perfecta como el cielo
me ha inducido que con versos pues construya yo un altar.

Es el tiempo quien pregunta por el nombre de la niña,
aunque quise yo ocultarlo con lenguaje celestial:
ella es todo lo que brilla, lo que llaman gran campiña,
mi suprema teoría, reina bella, sin igual…

y siguiendo al pensamiento, que es dichoso y que es sereno,
solo afirmo que su nombre no merezco yo decir…
porque es ella, eterna musa, corazón de Nazareno,
la que imprime poco a poco mi motivo y mi sentir.

Sus palabras son oasis y no existen más diseños
donde pueda compararla, demostrando mi querer.
Solo puedo asegurarles que es el ángel de mis sueños,
una niña de alma sacra, la que añoro complacer.                                                                                    Samuel Dixon