En grito de trompeta,
con tu lejana voz,
mi vida despierta,
es mañana veloz.
Inicia en tonos de melancolía,
enredados sueños que no entendía,
por martirio, o por delirio aparente,
todos tenemos el mal del ausente.
Los acaricia el aura pálida,
robándose su frío a esta montaña,
sedienta, voraz y ávida,
es momento ambivalente, esta mañana…