Luego de la última gota de aquel llanto
una rara calma me llegó de repente,
y la soledad me cubrió con su manto
invisible como los ojos de la muerte.
Como la vida llegó a dolerme tanto
que mi felicidad no tuvo nunca suerte,
que todo en mí fue pobre e ingrato
que mi respirar se hizo tan doliente.
Al final solo mi llanto se ha terminado
porque todo está vivo en mi pasado
un pasado que callado va a regresar.
Y al volver todo regresará a ese instante
donde nada dejará que yo me aparte
de esa tristeza que me enseño a llorar.