Vivir pleno de sueños,
entre retos y envidias,
entre halagos e insidias:
en un mundo de ensueños;
vivir enajenados,
entre bienes y gozos,
como hombres perezosos
siempre preocupados;
rodeado de elementos,
de vanas vanidades,
un mundo sin verdades
con fatuos fundamentos;
vivir en la demencia,
en un mundo irreal
olvidar lo esencial,
entre plena inconsciencia;
de repente enfermar,
caer en depresión,
romper el corazón
sin saber qué es amar...