El Corbán

EL MIEDO AL FUTURO Y LA CARGA DEL PASADO

Para mis hijos Gabriela y Matías.

Hijos, si queréis del alma la paz duradera,

matad dos sombras que acaban la dicha entera,

el miedo a un mañana cruel y avieso,

y el peso de un pasado, vano y espeso.

 

Dejad que el porvenir siga su juego,

no temáis de él, no le deis ni ruego.

Mañana es necio, traiciona y se olvida,

y roba al tonto la paz de la vida.

 

El ayer, por su parte, es lastre y cadena,

su sombra amarga, su peso envenena.

Que duerma el recuerdo en polvo y en calma,

y no manche la senda ni turbe el alma.

 

Así hallarán, hijos míos, risa y contento,

sin cargar en la espalda el triste lamento.

La dicha es ligera y huye sin vereda,

¡abrazadla al vuelo que, si queréis, ella se queda!