Voz de vientos antiguos, eco que arde
lleváis en el pecho un latido profundo
como río que nace y nunca se parte
cantando los secretos antiguos del mundo.
En labios que vibran, en manos que alzan
se erige la magia de un verso encendido
con alma que habla y sombras que abrazan
despiertan memorias del tiempo perdido.
No es sólo palabra, es fiebre y coraje
es viento en la piel, es fuego y temblor
es un río en torrente, su eterno oleaje
que ahonda en el alma y ahuyenta el dolor.
Declamador, guardián de lo eterno
tu voz es el puente que nunca se quiebra
das vida al suspiro, al amor más tierno
y a la furia del mundo, que en tu pecho se siembra.
Habitas la esencia del eco callado
de aquello que en silencio se quiso decir
y al lanzar tu grito, al verso elevado
abres un universo dispuesto a existir.
Eres latido, sonido y misterio
la chispa que incendia lo que es desolado
tu voz, oh declamador, es un imperio
que convierte en eterno el verso olvidado.
El poeta Hugo Emilio Ocanto tiene la virtud de declamar poemas hermosos. En el portal tenemos muy buenos ejemplos como Mirta, Fabio, Patricia, Kapirutxo y otros nombres que prometo agregar al la lista esta tarde.
Declamadores favor enviarme su nombres por privado por comentario, si desean ser incluidos en un poema.