Al regresar de la escuela pasaron muchachos
Desde hace años que pasan enfrente
Eran pequeños, inocentes y tiernos
Como son los ruidosos polluelos
Como los alevines medrosos
Como astutos lobeznos
Pero el tiempo la inocencia ha borrado
Y sus destrezas también se han atrofiado
Apenas un rastro en la distraída mirada
Hablan y ríen entre palabras soeces
Algunos arrastrando los pies en el suelo
Y en esas miradas no encuentro anhelos
No encuentro más que hastío y huecos
¿Han cambiado a los niños o tal vez exagero?
Tal vez en la casa
Tal vez en la escuela
En las barriadas, las plazas
Nadie pudo o quiso alentarlos al vuelo
Nadie puede o quiere enseñarles valores
Incapaces parecen de construir un futuro
Un futuro que garantice la evolución de la especie
Un futuro que redima sus belicosas acciones
Un futuro a la altura de su genio y pasión creadores
Hoy los miro pasar y me invade la pena
el tiempo avanza sin admitir retrocesos
Exhiben los piercing como si fueran trofeos
Y la piel tatuada con dibujos obscenos
De ellos la energía irradia como carga explosiva
Como hiel o veneno que al pasar contamina
Los polluelos carecen del garbo del gallo
Los alevines no desarrollan la tenacidad
La fortaleza para desafiar las corrientes
Los lobeznos sin astucia en carroñeros convierte
¿Han cambiado a los niños o tal vez exagero?