El gran silencio donde comparte,
más que en la tertulia risueña,
como que ofrece su risa dueña
a la necedad de la que se harte.
Con el mutismo se comunica,
como lo profundo y el cielo,
como fría lluvia con el suelo
como la fluida y satírica.
El gran ojo de soslayo mira
la ansiedad de la gran distancia
cuando el inicio es gran mentira.
No calla el que toca la lira
no observa más allá del vacío
risa y silencio son desvarío.