Jean Amador

LLUEVE POR DENTRO

La lluvia golpea el cristal,

pero aquí dentro,

el sonido es solo un eco lejano

comparado con el latido de tu cuerpo

pegado al mío.

 

El gris del cielo nos aísla del mundo,

y en el calor de tu abrazo,

el frío se convierte en una excusa

para no soltarme.

Tus labios, húmedos de silencio,

son la única conversación que quiero tener.

 

No hay nada afuera que importe,

porque en esta tarde de lluvia,

cada gota que resbala

es un preludio de lo que pasa entre nosotros.

Tu cuerpo se enciende en el mío

como si la tormenta fuera interna,

y yo, feliz de naufragar en la marea

que tus manos crean.

 

Nos dejamos llevar,

sin planes ni promesas,

solo el deseo latiendo

bajo la piel,

mientras el mundo se ahoga

en la lluvia que nosotros

hemos decidido ignorar.