Mi amor por la construcción,
una pasión que se alza
como torres en el cielo,
sueños que se funden
con el amor, en tiempos
de cólera, una brisa suave,
pero sin prisa.
Amor y desamor,
amor encuentro en la vida,
en su grandeza, para
embelesar, conseguir
y conquistar, todo el amor
que hay dentro de mí,
para brindar.
Conseguir la solidaridad,
para sociabilizar con
el prójimo, sentirme a
mejor persona, elevarme
hasta llegar a la cima.
Sufrir lo menos posible,
porque bastante he sufrido
sin necesidad. Pero no
he de claudicar, ¡hasta
llegar a vencer y lograr
lo cometido!
Y así, con la fuerza
de mil sueños, construiré
mi propio destino, un
castillo de amor, de piedra
y de luz, para que mi
alma siempre brille con
la esperanza de un nuevo
amanecer.
Autor: Eduardo Rolón