Llego a casa en silencio, los puños cerrados, la frente
Arrugada, los labios fruncidos y la mirada a cualquier lado
Busco las llaves, me despido con un ligero ademán
Del chofer que me da las buenas noches como de
Costumbre, muevo la cabeza en gesto afirmativo
Hoy ha sido un mal, un pésimo día, todo está mal.
Subo las escaleras con torpeza, tropiezo y casi caigo
Maldigo entre dientes, hoy todo me sale mal!
Las llaves no me obedecen, tomo aire y me digo
Tranquilo, tranquilo, ya estás en casa, en casa
Abro la puerta y, sin mediar palabras, te cuelgas
En mi cuello y me besas, incluso con la puerta abierta
Te aferras a mi, siento el calor de tu cuerpo
Suelto la maleta que cae al suelo, te abrazo
Te cojo por la cintura y te elevo del suelo, mientras
Mi boca se apodera de la tuya, y mi alma
Suelta todo el peso del mal día, ya todo está bien
Me sueltas por un rato y me miras. Oh dioses!
Cómo adoro esos ojos negros, esa mirada
Que me atormenta, que me aloca, que me hace soñar
Cómo estuvo tu día? Preguntas, mientras cierras la puerta
Coges mis llaves, mi maleta, las colocas en el lugar
De siempre, y nuevamente me abrazas y me besas
Sin esperar respuesta, te aferras a mis hombros
Te levanto en mis brazos, te siento etérea
Disfruto de tu calor, de tu aroma, cierro los ojos
Y, apenas puedo, digo: Mi día es glorioso
Recién empieza! Y te llevo a nuestra alcoba
Para poder liberar nuestras pasiones
Y entregarnos de nuevo al amor y la pasión
Que nos poseen, que nos alocan, que nos desbordan
Te preparé una cena, me dices, mientras meneas
La cabeza con esa coquetería que me aloca.
Quieres que la traiga a la cama? No, es mi respuesta.
Vamos a la cocina, te pones mi camisa
Aunque ella solo resalta la belleza de tu cuerpo
De Diosa de antología griega, o valquiria?
No me importa, solo se que me alocas
Ponte algo, me dices. Recién caigo en cuenta
Que estoy completamente desnudo, así que
me visto con lo que sea. Vamos a la cocina
Huele de maravillas, descorcho un vino
Prendes unas velas, apagamos las luces
Pones la mesa. Qué maravilla! Las luces y sombras
Juguetean con tus cabellos, con tu mirada
Tu belleza se me hace etérea, Cuánto te amo!
Come, me dices, se enfría la cena. Yo disfruto
De todo esto. No me importa ya nada del mal día
Ya lo olvidé, mi verdadero día empezó
Cuando crucé el umbral de nuestra puerta...