En el tatami, la historia se escribe,
con cada caída, con cada suspiro,
hoy celebramos un viaje sin igual,
una graduación que sabe a triunfo real.
Con gi y cinturón, la meta alcanzaste,
horas de esfuerzo, pasión que nunca fallaste.
Las llaves, los giros, en cada combate,
forjaron tu espíritu, te hicieron más grande.
Rivalidades y abrazos en el sendero,
cada caída te hizo más sincero.
Con perseverancia, rompiste las cadenas,
en cada entrega, la fuerza en tus venas.
Hoy el cinturón se tiñe de colores,
reflejo de sueños, de viejos temores.
Celebra tu esencia, tu lucha constante,
en este arte que es puro y vibrante.
Así que levanta la mirada, sonríe,
cada paso cuenta, el camino persiste.
Eres un guerrero, un alma valiente,
en el mundo del Jiu Jitsu, siempre hacia adelante.
El tatami, testigo de tus desvelos,
cada golpe y abrazo, un eco de anhelos.
Recuerda que el camino nunca se termina,
la verdadera victoria es la que se determina.