Estaba recién llegando de mi trabajo,
todo cansado y, tú renegando porque
no quería salir a disfrutar contigo.
Mejor prepárame un buen bocado,
y no lo hiciste porque recién llegabas
de ponerte bella para mí.
Yo no amaba en tí tu belleza, lo hice en tu sencilléz.
No sé por qué has cambiado;
ahora presumes de grandeza gracias a mi trabajo.
Cuando lo hagas tú, lo malgastes y, no
tengas como pagar lo que te has
consumido; ahí te va doler y te van
a tildar que eres una morosa.
Tus necesidades quién cubrirá?
porque yo no estaré a tu lado;
por presumir cosas que no has tenido con el sudor
de tú trabajo.
En cambio yo que lo hago
no presumo de grandeza y soy felíz.