Te amo, y en un millón de vidas,
mi alma ansía hallarte en cada una,
pues desde el primer instante que te vi,
mi corazón se rindió a tu fortuna.
En el suave murmullo de la brisa,
en el fulgor dorado del amanecer,
te buscaré en cada paso y en cada senda,
mi amor por ti es un eterno deber.
Hoy mi voz se eleva en dulce canto,
te amo con la fuerza del mar,
por los caminos que el tiempo nos ofrezca,
serás mi guía, mi razón de amar.
Aunque los destinos se tornen inciertos,
y el paso del tiempo nos quiera separar,
en cada vida seré tu anhelo,
en cada suspiro, un eterno amar.
Así, en el hilo de nuestra existencia,
te prometo, mi amada, mi amor incesante,
pues en ti he hallado la luz en mi vida,
te amo hoy y siempre, de un modo brillante.