Hay una gran fuerza que todos llevamos, un don profundo y verdadero, es la luz que en el alma guardamos para crear un mundo nuevo.
El poder no está en la fuerza de un martillo, sino en el corazón que sabe soñar; es el coraje de ser mejor en cada paso y en cada día que se vuelve a intentar.
Valorar lo simple y lo pequeño, es descubrir en la vida un gran valor, pues quien busca realizar cada sueño, construye un camino lleno de amor.
Idear un mundo que inspire a otros,
es sembrar esperanza en cada sitio, y con valor se forja el alma, para ser la luz y aprender a planear.
Que nunca falte en ti la certeza de que ser mejor es un don sin igual, valora tu esencia, tu nobleza, pues en tu ser, yace el poder de las estrellas.
G3