Yo no sé qué sería de mi vida sin el arte, sin ese entusiasmo por la poesía, sin la curiosidad para mirar más allá de la materia. La magia siempre está ahí frente a nuestros ojos, sucede a todas horas y en todos los lugares: esas extrañas sensaciones, esos viajes al interior de un pensamiento. No eres solo sangre y huesos, no eres solo ritmo cardíaco y pisadas, no eres solo la mano y el arado. Eres el hombre que contempla la luna llena en algún sitio mientras suena una canción que te gusta, eres el hombre que lo enloquece el olor del café por la mañana, eres esa noche sentado frente a la fogata, el mediodía platicando sobre la cosecha. Somos más, siempre más… siempre un campo bañado por la luz de un sol dadivoso.
Que no te engañen falsos profetas, la verdad está dentro y ahí afuera, solo basta poner atención…
Detente.
Respira profundo… y vuélvete uno con todo lo que te rodea. He ahí la única verdad, la verdad absoluta.