Amiga mía, te digo,
de palabra y corazón,
que tener algo contigo
me haría mucha ilusión,
aunque no me hago ilusiones
de ser algo más que amigo,
pues tendrás cien mil razones
para no intimar conmigo.
Solo me queda esperar
con paciencia a que eso cambie,
porque yo no sé rezar,
ni sé si eso al fin será;
salvo tú, no sé de nadie
por quien me pueda enterar.
© Xabier Abando, 24/10/2024