Lucía Gómez

NO QUISIERON VOLVER...

En el proceso

de olvidarse,

fueron abandonando

la playa y los abrazos

que se confundían

con la arena caliente

de la tarde.

Se perdieron del mundo

y las garzas miraban.

Se evaporaron

y no quisieron volver.

Quedaron siendo brisa

o tal vez,

parte del mar.