Tus caricias, plumas
tornasoladas de tu Amor.
Tus ojos, aguas benditas
que bautizan mi imagen.
Tu voz, susurros de sirena
que visten mi soledad.
Tu nombre, hacker implacable
de mi tediosa rutina.
Tu cuerpo, holograma
de tu alma exploradora.
Tu risa de amaneceres olvidados,
cantos de selva virgen
que refrescan al peregrino.
Tu vida, regalos de los dioses
en caminos sin soles.
Tú, has reseteado mi cielo.
Murieron los ayeres.
El presente es recreado,
dando que hablar al futuro.
Angel Miguel