Cuando hayamos perdido de vista
todas las galaxias lejanas,
y el pasado no sea más
que una luz tenue que se apaga;
y las regiones oscuras del cosmos
se evaporen;
cuando nuestras partículas
vaguen errantes,
dispersas en el espacio,
y el tiempo, sin acontecimientos,
pierda su importancia;
en ese punto final del orden,
donde la incandescencia primigenia
se construye,
acelerados y fuera de alcance,
despojados de todo lugar y significado,
yo haya creído librarme de vos,
y vos también de mí...
¡Volveremos a encontrarnos
para ser los artífices del caos!
Managua, agosto de 2020.