Guardo en mi bolsillo izquierdo
tu existencia.
Los recuerdos añoran perderse,
pero los sigo sometiendo
a tu presencia.
Aunque tenerte cerca duele,
esta bola de nieve
que es más de sentimiento que de agua
ha caído en mí.
Y mi rostro, muerto de timidez,
muere...
de que le des un beso
a mi suerte a tiempo.