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A través de las rejas
que me torturan,
veo pasar las horas
con amargura.
Vida no quiero
si he de ver como el hambre
roba tu aliento.
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Entre pecho y espalda
va la agonía,
dejando al corazón
en carne viva.
En esta cárcel
están mis tristes ojos
llorando a mares.
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La impotencia me acosa
sin dar detalles,
no me deja siquiera
darte mi sangre
Sigo rogando
que el mundo que hay en ti
cambie de manos.
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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.
Nota:
El poema de Miguel Hernández \"Las nanas de la cebolla\" está escrito en seguidillas con bordón, y está inspirado en una carta que Miguel Hernández, estando preso en las cárceles franquistas, recibe de su esposa Josefina Manresa en la que le comunica que no puede alimentar a su hijo, que sus pechos no tienen leche, que no tienen nada para comer, y están matando el hambre a base de mendrugos de pan y cebolla. Me puse en los zapatps de Miguel y salieron estas seguidillas