Yeshuapoemario

Muchos de los que están dormidos en el polvo de la tierra se despertarán, algunos para vida eterna (Dan. 12:2).

 

En el sueño profundo del polvo terrenal,

reposan personas en silencio, esperando el final.

Un susurro de esperanza, la antigua profecía,

declara que el despertar traerá la vida, no la utopía.

 

Daniel habló de un tiempo más allá del ahora,

donde los dormidos se levantarán con el alba.

No es un mito, ni un símbolo de fe,

sino un renacer literal que todos verán, tarde o temprano, de pie.

 

El polvo, metáfora de la Tumba, nos recuerda,

que de la muerte, la vida es la ofrenda.

Job y Daniel, en versos entrelazados,

nos hablan de finales y comienzos renovados.

 

La resurrección, un concepto tan divino,

promete un nuevo mundo, un destino.

Donde los que despierten a la verdad eterna,

conocerán a Jehová, seguirán su senda.

 

Mil años de reinado, mil años de gracia,

para aprender, obedecer, encontrar su plaza.

Y al final de ese milenio, la promesa se cumplirá,

vida eterna para los justos, la Escritura así lo dirá.

 

Así que meditemos en el polvo y la vida,

en la resurrección, esa promesa decidida.

Que aquellos que duermen, no lo hacen en vano,

pues la esperanza de la eternidad, está en el libro arcano.