Los muertos golpean las puertas con silencios
Van marchando entre la bruma hacia una guerra
Llevan apenas un vestido raído por los años
Que en su culpable lejanía oficia un verso.
Los militares que cobijan los eternos
Están armados de faroles para medir distancias
Que entre los abismos de los féretros desgastados
Están marcando un horario mal herido y agotado.
Son los muertos que han permanecido
Póstumos y olvidados por el tiempo
Llenando los espacios con ausencias…
Muertos que se llevan a los vivos sin piedad
En un oscuro juego de vanidades rotas
Pulverizando las oscuras formas de los muertos.