la barra de un bar es como un arco iris,
Pero donde sus colores y su arco
No hayan fin al cacao con leche
Y al círculo espumoso de todas
Y cualquier cosa sea o no sea.
No hacen falta puentes para las orillas,
Los peces son solo testigos del andar
Deprisa: palabras son colores al rojo
Despiadado y taciturno,
Al azul más amoroso; entre esos dos
El color Desparrama relojes de Dalí
Y el arco si se pierde vuelve desnudo
Para de nuevo vestir.
Todo está en el sorbo acompañado;
Desde una princesa que pierde su zapato
Hasta la merendola del Púlpito inacabada:
El hambre trajea y convierte al sastre
En pluriempleado.
Todo nace y madura sin tiempo
Para estación alguna en la barra.
El paraguas abierto nunca abre la puerta,
Cada gota es un cawboy y su caballo,
Es el algodón que no engaña,
Es la dentadura de Dracula sin Luna llena,
Es todas las religiones y ninguna
Donde trono no saben los dioses.
Alomejor todo no es todo caprichoso,
Pero en la barra humeante la memoria
Dispara sin antibalas cargada de olvido
Para más tarde ya desahogada.
Los soldados en fila no van a la guerra
Pero lo parece si sacan las fotografías
y la besan... así.
Alomejor todo es y no...
¿Un trago y parecerse a nosotros?