Lucía Gómez

LOS HIJOS...

Los hijos.

No son solo una palabra

parecida a nosotros.

Los cobijamos con afecto.

Crecen y se escapan

por la ventana.

Dejan el nido vacío

y el corazón sale a

palpitar afuera.

Un día regresan

con la fe intacta

a buscar el abrazo.

Y tal vez, lleguen tarde

a leer un epitafio.