En silencio dos almas calladas, anhelando volver.
El miedo ata sus ilusiones y el orgullo las frena, solo queda su amor en oscuridad, pero el tiempo lo envenena.
Sus miradas se cruzan tratando de encontrar un ¿por qué? sin voz, recuerdos que arden, en el corazón.
Cada día pasa, y el silencio se hace, un puente corrompido, que nunca se enlace.
Quizás un día, cuando el valor despierte, rompan el hielo que en sombras los mantiene.
Al fin se encuentren en un dulce abrazo, dejando atrás el temor, al unirse en un eterno lazo.