Más cuidada tenga el alma
y sujeta ese ladrón,
la perderá por robada
en pago, a su devoción,
y ay¡ del pobre miserable
que engaña sin compasión
pues de engañar, tendrá el alma
sin tener la salvación.
Pobre alma¡ la del necio
que se cree sus necedades,
y vive con sus verdades
sabiendo que está mintiendo
y ay¡ de aquel, que nos impone
sus leyes cual verdaderas,
y juzga con ley severa
a aquellos, que no las honren,
pobre alma¡ la que lleva.
Y las almas que codician
los bienes que no son suyos,
podridas por la avaricia
perecen bajo su yugo,
pobre alma¡ del farsante
que engaña con sus prejuicios,
y sabe que está prohibido
de las mentiras, saciarse
a costa del que es bendito.
Pobres almas¡ que son nada,
comparadas a las justas
a las almas, que son puras
y en su vida nada traman.
Rico en alma, quien ayuda
quien respeta, quien no engaña
quien te da cuando hace falta,
ni coge, las cosas tuyas.