Francesco Alaniz

Peregrino

Eternos peregrinos son mis sentimientos,

emigrando perennes hacia lo incierto,

entre la ilusión y el desaliento,

entre las nostalgias y los anhelos,

cada día transcurrido es como el pétalo 

de una flor en medio del desierto.

 

Humanos yendo y viniendo,

aunque fatigado transite el pensamiento,

tiene el espíritu un elemento

que trasciende a cualquier acontecimiento,

haciéndose uno con el universo,

tan igual y tan disparejo.

 

¡Eterna exiliada es el alma aquí en la tierra!

pero, ¿y los sentimientos, esos que

eternificados se coinciben y perciben?

es entonces materia prima,

gasolina pura, el sentir para vivir,

pues del morir hasta ahora no se que decir.

 

Si ofuscadas mis letras,

más que sofisticadas o suavizadas,

son hoy angustiadas,

es por que el hospedaje no encaja,

mutiladas las alas de las prosas entusiasmadas,

me escurro hoy para gritar a través de las letras,

esperando que mañana,

florezcan nuevas palabras.