Máma, un año.
(Rimas Duque)
I
Cómo llenarte
vacío inmenso,
de quién me dio su luz,
amor como baluarte
y una vida en ascenso.
Empujo a ciegas,
pasos inciertos,
un cruce a contraluz,
senda que nunca llegas,
caminos sin aciertos.
Sigo adelante
tentando el aire,
sin tu voz, una cruz,
sin nada que me imante,
mi vida sin donaire.
II
Recomponerme
es nada fácil,
con mis brazos de sauz,
alicaído duerme
ese espíritu grácil.
Mirando al techo
pronto reniego,
me siento un arcabuz,
disparándome al pecho
preguntas sin sosiego.
Tuyo el pijama
está sin habla,
es otra sobrecruz,
que tu ropa de dama,
tan callada, me endiabla.
III
Si bien presiento
esa semilla
que tú me inseminaste,
brotará con portento
con su savia que brilla.
Ya echa raíces
y tersas ramas
como tú deseaste,
con sus flores felices
y fragancias a flamas.
¡Oh madre mía!
hace ya un tiempo
te fuiste y me dejaste,
mi añoro que te ansía
confiscarte entretiempo.
IV
Tal vez es hora,
dejar la mano
del ardor y del duelo,
el vacío que aflora
es un sentir en vano.
Ni con mil años
conseguirán
curar el desconsuelo
de tus mimos tamaños.
Tu calor no helarán.
¡Ay, madre honrosa!
Te echo de menos,
reposada en el cielo,
entre dalias y prosa
y cariños serenos.
José Ángel Castro Nogales
© Derechos de autor reservados
16/11/2024