Mil vaggio

Silencio.

Silencio, dejen cantar a los pájaros, dejen correr las nubes, abran la puerta a la verdad. Silencio, que mis labios van por la estructura de tu cuerpo tibio. Silencio para que los rezos hacia el muerto lleguen a oídos de Dios. Silencio, que el pescado rendirá protesta como nuevo rey del océano. Silencio, que la ciudad recita su caos. Mi corazón pide silencio. El otoño se desliza, llega con sus pasos sigilosos y pide silencio. La muerte pide silencio por respeto a los desvividos. El silencio es un rey en caballo blanco, y jinetea su caballo en el turbio mundo del ruido.