Me gusta el misterio de la noche
Y la magia inalcanzable del amor,
Para unirlos cual si fuera un broche
Y formar de todo ello un color.
La lágrima, que es la esencia del beso
Los latidos presurosos del corazón,
Cual broma descubierta a niño travieso
Que pasa, los limites de la razón.
Eso es el amor, Fragancia del sufrir,
Néctar de la vida escogida,
Lagrima del alma adolorida
Que sin él, no podría yo vivir.
Por eso, amémonos con todas las fuerzas
Como si fuera el último adiós,
Que no cuente para nada las purezas
Y que al final, nos bendiga Dios.