Vengo con estas rosas
perfumadas de alegría,
de espinas desangradas;
son el menú del día.
Vengo con este ramo de nubes,
preñadas de ternura,
para tatuar en mi cielo,
tu nombre dulzura.
Vengo con estas brisas
plagadas de mansedumbres,
bandadas de abejas meleras
descolgadas de las cumbres.
Vengo ofrecerte mi Amor,
de código abierto,
para navegar el infinito
y visitar sus puertos.
Vengo…
Angel Miguel