Wilson Delgado

TU PIEL COMO UN ROSAL

Doy vueltas en medio de la nada, extrañándote,

Anhelándote, Deseandote

 

Mi piel extraña tu cuerpo perfecto

 

El fuego de tus labios rosas

 

Pasa el tiempo y la distancia

 

 Y mi piel más te desea

 

Esa piel blanca y térsa

 

Suave y firme como la seda

 

Fresca y fragante Como un rosal

 

Esa piel que me embriága

Que me enloquece esa blanca piel que cubre cada curva

 

Cada pliegue de tü cuerpo perfecto

 

Forjado en la infinidad de lo eterno

 

De esos labios que rozan

 

Con lo celestial en tí, y mi alma canta

 

En tú piel se recrea mi ser

 

En tus pechos, Esos pechos perfectos

 

Reposan mis deseos de nuevos tiempos

 

En la cuna de tü vientre

 

Ese vientre de fuego

 

Descansan la razón de mis anhelos

 

En tí se funde la fuerza de los elementos

 

En tí el cosmos canta

 

Con la distancia y el tiempo

 

Extraño más Tú térsa y blanca piel

 

Esa piel que me embriága y me enloquecé,

 

Que se adueña de mis pensamientos

mientras se funde en una sola al contacto de nuestros cuerpos

 

De esos muslos Perfectos

 

Que se convierten en mi remansó

 

Tus labios, esos labios carmin

 

Dulces como el almibar

 

Refrescan mi alma Y sanan este viejo

 

Y cansado Corazón...

 

Es que mientras más tiempo pasa

 

Y más lejos estoy

 

Extraño esa piel blanca como la luna

 

Térsa como la seda

 

Fragante y fresca Como el rosal

 

Esa piel que me embriága y me Enloquece

 

En la cual descubro el verdadero Sentido de la vida

 

Mientras tus labios carmin

 

Me besan Y me reflejo en tus profundos ojos color miel