Inclinado hacia el otoño
sigo el sendero de huellas
que llevan a las orrilas
de lo ya invisible.
Hojas muertas y pajaros mudos
son lo que queda
de lo que alguna vez fue mar.
Una niebla ofusca mis ojos
dejandome sin latido.
El agua vuelve a correr bajo mis pies,
la espuma y los seres muertos
renacen junto con el viento
y vuelven a danzar.
Con estos ojos te vuelvo a encontrar.
Solo en mi...
Si pudiera me quedaria acá,
donde te mantengo segura
cubierta con un manto de estrellas,
pero se...
que al despertar
estare en otro lugar.