María C.

AY CORAZÓN, CORAZÓN MÍO...

Ay corazón, corazón mío te doy las gracias

por todas las emociones que he sentido,

cuando mi amado me abrazaba y tu te emocionabas

haciendo que vibraban mis cinco sentidos todos unidos.

Pero por favor no te dispares desbocado

porque me dejas el sentir turbado,

late acelerado cuando te nombre a mi amado,

pero sin turbar mi estado,

porque si sales como un cohete me enloqueces.

Gracias por latir suavemente cuando un bebé duerme,

o cuando aquel jilguero me canta de buena mañana,

o de noche cuando la luna se baña coqueta en el mar de plata,

y cuando me sonríe mi hija,  tu latido es  pura ternura,

pero templa cuando te nombro a mi amado

porque si te desbocas, te juro que me vuelves loca,

anda corazón sé bueno ves con ritmo suave latiendo

y cuando sea mi hora suprema y detengas tu latir,

 por favor no me hagas demasiado sufrir,

que a la muerte no la temo, pero al sufrimiento eso sí me da miedo,

porque he visto morir con demasiado tormento y eso no es correcto,

tendríamos de morir dignamente siempre.

ETERNIDADES