Romey

Confidencias ante la vela

Noche: ojo latente...

y ahí estás tú, intacta,

vestida de brisa, liviana

como un sentimiento

que surge de una nube...

como solo una presencia

casi azul, dúctil

e invariablemente tú,

luz del deseo oscuro

desteyo en el firmamento

cuando clarea el alba

besánsose escarlata

en un espacio fuera

del tiempo que rueda

sin fin en la noche,

y caen imágenes al ojo

adentro del corazón

donde entras como el Sol

tú que guardas fragmentos,

recuerdos de aquel cielo,

de aquel silencioso

rumor fecundo de voces...

Labios de hielo: noche,

luz del deseo oscuro

anhelo de lo eterno,

adentro del corazón

bañado en fuego,

en un mar de ensueños,

de dulces besos

que surgen de una nube

y van viniendo como aves,

sentimientos en bandada,

como gotas de alma,

como una yuvia inusitada

cuya musicalidad

me empapa