Mi droga eres tú,
mi dependencia total.
El grito de siempre
llamado libertad.
Y saber de morir
y de poder cantar.
Respirando el olvido,
que llega sin llegar.
Y volver a vestirme
de tiempo y soledad.
Para atrapar un sueño,
huérfano de realidad.
Y desnuda de noche,
camino sin andar.
Entre piedras sin rumbo
para volar sin soñar.
Mi droga eres tú,
que te acercas y te vas.
Para hacerme sentir
que se habla al callar.