El Ermitaño Soñador

LA TRAGEDIA DE LAS LLAMAS

En un momento inesperado, un incendio se desató,

Una mano irresponsable un cerrillo raspó

y las llamas voraces arrasaron sin piedad.

Los árboles centenarios se están consumiendo en segundos,

y los animalitos indefensos intentaron huir despavoridos.

Pero el humo y las llamas en su intento los atraparon

El dolor en forma de humo oscureció el cielo,

La desesperación y la tristeza se hizo presente,

Los gritos ensordecedores piden piedad y clemencia

y los corazones lloraron tanta inclemencia.

Quizá a esta hora este causando remordimiento

En la conciencia del irresponsable que el incendio causó

Oh, incendio maldito, ¿por qué causas tanto dolor?

La naturaleza sufre y clama por su demolición.

Que tus llamas sean apagadas y la naturaleza renazca,

para que la vida vuelva a florecer y el amor prevalezca.

¡Oh incendio, detente! No sigas tu voraz camino,

deja en paz a mi amada tierra y a sus hijos divinos.

Aprendamos la lección y cuidemos con esmero,

este tesoro invaluable que nos brinda el mundo entero.

Entre los árboles se escucha un grito silencioso,

una llamada de auxilio de la naturaleza en peligro.

El fuego devora todo a su paso sin compasión,

y la vida se desvanece en medio de la destrucción.

Los animales desesperados corren sin rumbo,

buscando un refugio que ya no existe en el bosque.

Las aves vuelan asustadas, sus nidos calcinados,

y el viento lleva consigo el lamento de los caídos.

El humo cubre el horizonte, la tristeza lo envuelve todo,

y la impotencia se hace presente en cada rostro.

¡Detengan este infierno! ¡Salvemos nuestra tierra!

Reconstruyamos juntos lo que el fuego se lleva.

Pongamos fin a esta pesadilla, al dolor y al llanto,

y cuidemos con amor nuestro hogar, nuestro manto.

Pongámonos de rodillas ante el creador

Pidámosle perdón por tanta indolencia humana

Te imploramos patrono San Pedro

Que abra las llaves del cielo y envíe el agua

Para lograr vencer a este cruel flagelo.

 

EL ERMITAÑO SOÑADOR