Se anima el sol
y asoma, en la mañana,
con su alegría.
Tú le saludas,
recoges sus legañas
y hasta suspiras.
Un día bueno
despierta y se levanta
en tus pupilas.
Surge la chispa.
Los sueños y la magia
vienen a ti.
Y es que la vida
te ofrece y te regala,
esta hermosura.
El colorido
de otoño y de las ramas
de los hayedos.
El mar tranquilo,
cubierto con su manta
verdeazulada.
Y tú, poeta,
sintiendo en la distancia
esa llamada.
Es el latido
de amor, el que te manda,
a ti, estos versos.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/11/24