Alguna vez plasmé en mi libreta cómo tus ojos iluminaban con intensidad, como el citrino, y aunque ya no estemos juntos, siguen emanando dulzura y encanto en mi ser.
El recuerdo de tu sonrisa sigue destellando ternura, cobijando los momentos que yacen en mi mente y mi corazón.
Cada recuerdo contigo transita en las vías de mi memoria, tal cual vagón sobre rieles,
haciendo paradas donde recoge los buenos momentos, las grandes sonrisas, los cálidos abrazos.
Sigo sintiendo tus cálidas manos, que suavizaban el dolor que llevo dentro, que me apoyaban en cada adversidad, que me hacían seguir agradeciendo un día más.
Ahora, escribiendo estas palabras sobre lágrimas y un mar de nostalgia, quisiera viajar al pasado, corregir mis fallas, las veces que no solo te fallé a ti, sino que me fallé a mí y a todos los que alguna vez me quisieron tanto como tú.
No hay un día que no piense en ti, que no me preocupe por cómo estarás o qué necesitarás. No es una obsesión, solo es el enorme amor que resonaste en mi interior.
Nadie jamás en mi vida será como tú. No te estoy endiosando, simplemente nadie volverá a causar el mismo impacto tan profundo que tú has hecho en mi vida: un impacto lleno de amor y aprendizaje.
Es egoísta de mi parte seguir intentando que tú sigas a mi lado. Tienes tus razones para irte y, aunque quebranta mi corazón, solo quiero que seas feliz. Es lo que siempre he deseado para ti.
Solamente quisiera llegar a viejo para poder celebrar desde lejos todos tus triunfos, festejando tu felicidad.
Deseo con todo mi ser que te rodees de personas que te cuiden, que estén para ti, que te respeten, que seas tan importante para ellas que protejan tu sonrisa, tu energía y tu esencia.
Espero haber sido digno de ser parte de una etapa de tu vida, que así como tú has dejado cosas buenas en la mía, haya yo dejado un lindo recuerdo en ti. Todo lo que hice por ti siempre fue con amor, así que espero que no te sientas en deuda conmigo.
Mientras yo no esté muerto, si algún día me necesitas, sabes que siempre me enfrentaré al mundo por ti. Y si algún día lo estoy, búscame en tus sueños; estaré sentado, esperándote una vida más.