La ciudad escribe para mí
del pasado y del ahora,
me comenta y relata
todo aquello que yo fui,
en sus rincones se guardan
las caídas y las dichas,
también el inevitable sentir.
Calles de mi infancia
donde el tiempo se detiene,
corrijo sus faltas, mis heridas,
en cada paso que doy.
Paseando tardo, sin prisa,
los recuerdos regresan
me arrebatan sonrisas,
la ciudad es mi amiga
donde aprendí a soñar.
Deslizando mis sentidos
en este viejo callejear
con la palabra y mi pasión
va latiendo mi destino
y germinando una canción.