Para beneficio de las letras
uno tiene que escribirles
sin importarle un poco la cosa
del que dirán o del que van decirles.
Yo a ustedes no les quiero mentir,
de esa mujer yo me enamoré,
aunque perdí todos los sentidos
por nada del mundo, lo lamentaré.
Su cabello que hoy encanece
tiene una historia vivida
verla en el balcón me enternece
porque sé cuál es la movida.
Lenta se resbala por la silla
cual culebra merodeando
cuando ella anda buscando
jalar del pantalón mi hebilla.