Hay un ruido aturdiendo mis oídos y desordenando mis sentidos
Este sentimiento de querer desgarrar mi piel y arrancar mi pecho
La necesidad de gritar tantos pensamientos contenidos
Sigue dejando en estado deplorable este ser maltrecho
Quiero gritar todo, pero ¿para qué lo hago? si ni siquiera yo lo escucho
No necesito que me escuchen, necesito escucharme
Necesito entenderme y aunque suene demasiado típico debo empezar a amarme
No hay psicólogo, soy yo quien debe tratarme
Pero es realmente difícil si cada paso que doy es pisar espinas
Cada vez que cruzo miradas con alguien sus ojos reflejan condenas
No quiero nadar en un mar de lágrimas que genere por mi condición humana
Si el ser humano ya es tener mil ataduras y cadenas
El odiarme me hace humano, me hace persona
El odio nos hace nosotros, si no odiamos somos una aberración de la humanidad
Cada vez que vemos a alguien vemos un mundo diferente
Como si se tratase de un cosmos lleno de planetas con propia realidad
Pero en el mundo hay factores de odio que se repiten
Se discrimina al diferente, aunque haya un supuesto respetado concepto de inclusión
¿Pero, porque se debe incluir si se supone que todos somos iguales?
no es más que otra incoherencia de la supuesta igualdad que protege la humanidad
Discriminamos al tímido, al gordo, a la persona que tiene diferente orientación sexual
En muchas situaciones al negro, a la mujer y a los que aman su religión se les sigue tratando mal
Pero claro. Sigámonos escondiendo en el discurso de que todos somos lo mismo
Dejando en evidencia, lo incoherente que somos al concebir que algo es “distinto”