El Hombre de la Rosa...
Así se hace llamar, un gran amigo y poeta, cual deslumbra, mediante versos relucientes en rosa de glamur brillal.
Los años pasan, como destellos invernados, que relucen en su santo,
Acaricia su rosa con mucho ahínco, cual gratitud se esmera... inspirándolo como a ninguno.
Siempre presente, con palabras esbeltas, aliento de oasis, henchidos de afán,
mala jugada del destino en un accidente fatal, mas su entrega en trenes camino al cielo, hicieron un frenesí de tanta alegría, post sabiduría,
7 aceros rodean su cuello, aspirando sus más delicadas inspiraciones, cada verso llena de júbilo, en el corazón de aquel que lo lee y siente lo que sentencia su pluma perenne,
hace arte, en historias artesanales,
es mejor rendirle tributo ahora, que después será muy tarde, cual voz, es un eco que perdura, en cada verso que nos regala,
Un legado de amor y belleza, que en nuestros corazones se adhiere, como un ramo de flores que nunca marchitará porque fue dado para siempre florecer en cada lectura y estrella que se le dé... es por eso y más que Crepúsculo cortes, fue, es y será... siempre
EL HOMBRE DE LA ROSA.