Frío arropa el calor de la mente;
la cobija a los pies no alcanza
no hay equilibrio en la balanza
si la mano rauda está caliente.
Sonríen rostros ante el gris cielo
que nube negra no sea esquiva
y la perla plateada sobreviva
y exima a todos del desvelo.
Descansa la piel en hielo fresco
el sol no revira en la frontera cuerpo conserva en noche entera.
La noche oscurece la Luna
para que envidie su pasado
ella está más fría que ninguna.