ESTAS COSAS QUE A MÍ ME SUCEDEN.
La quise despojar de su vestido,
ansiando poseer todo su amor,
—aquí no, no en la casa, por favor,
—¿Qué tal que nos sorprenda mi marido?
—¿No escuchas como ronca el malnacido?
—el desgraciado duerme en esplendor;
no supe cuando despertó el señor,
y que a golpes me saca desvestido.
Desnudo me sacó por la ventana,
por estarme comiendo su manzana,
yo no sé cómo aún sigo con vida.
Un poli que me pilla al natural,
me acusa de atentado a la moral,
y la noche de amor quedó perdida.
KIN MEJIA OSPINA